Hay otra que está también muy cerca de la vacante del primer puesto, pero es muy personal y no la voy a compartir. Esa está dedicada a mi padre.
Escribí este poema por que me lo encomendó mi profesora de lengua. En este curso estamos estudiando la rima, métrica, géneros, tipos de estrofas... Y nos mandó hacer un poema de longitud indefinida de tercetos encadenados (ya os sabréis todo el rollo ese de rima A,B,A B,C,B ... endecasílabos, todo eso...)
En fin, que me descentro. Lo que os traigo esta noche habla sobre el amor y la pasión, como su título bien indica. Narra las diferencias y a la vez similitudes entre el amor puro y la pasión, que son como dos caras de la misma moneda, las dos facetas del bipolar dios. Yo considero que no hay amor sin pasión.
Al amor y la pasión
Respóndeme pues, o calla,
mi vida.
Pues nunca podrán estar
separados
¿Es amor la guerra que en
mí se libra?
Una es nítida canción de
verano,
modo tranquilo, apacible
de vivir.
Es cual corazón de Abel, sin
engaño
Otra es violento vaivén, es Caín
turbio es el aliento por el ardor.
torbellino seductor,
frenesí.
Así que responde o calla,
mi flor.
Ambas, tan opuestas cosas
que siento,
¿Es que acaso no son
ambas amor?
Una es suave como brisa de
viento,
acaricia dulcemente el
corazón.
Con dedos como fina seda,
lentos.
La otra me arrasa como un
ciclón,
devorando mi cuerpo está,
el deseo.
Es sedienta, carmesí, es
pasión.
Así que ¡responde o
calla! Te espero.
Estas grietas que perforan
mi ser...
¿Son amor o sólo obra de
Morfeo?
Una es suspiro al
anochecer,
pulmones henchidos en la
mañana,
sonrisa boba en sonrosada
tez.
Otra es negra, sedienta
bestia parda,
sombra creciente con
control en mí.
Cadenas, sangre, que no
hallan luz clara.
¡Respóndeme ya y no
calles! Y pon fin
a esta eterna y fiera
discusión.
Que este dios partido me
hace morir.
¿Es que acaso no son
ambos amor?
Elena Cejuela Jiménez 7-11-2013
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