domingo, 2 de noviembre de 2014

Capítulo 3: Auto-delatado

L me empuja suavemente a través de la puerta, con sus fríos dedos en mis costados, provocándome un escalofrío que me recorre la columna. La luz de la sala me deslumbra, y mis ojos tardan en adaptarse, parpadeando frenéticamente, desorientado.

-Siéntate ahí.-Suena la voz de L, casi en mi oído.

La habitación es toda paredes, suelo y techo blancos. No hay rastro de los demás oficiales. Es bastante pequeña, con un foco cenital sobre una silla que hay en el centro. Miro a L, detrás de mí, y sus ojos desprenden un brillo de astucia y picardía que me erizan el vello de la nuca. Me siento en la silla, que, de nuevo, tiene correas, que el detective me aprieta, sin cruzar conmigo una sola palabra.
Tras unos instantes, me mira desde la oscuridad, y creo distinguir una sonrisa siniestra en la negrura de su mirada.

¿Dónde coño me he metido?

L comienza a caminar hacia mí, despacio, incluso parece que disfrutando de mi situación de ansiedad. Coloca sus manos sobre las mías, inclinado sobre la silla, siempre mirándome con esos ojos negros.

-Comencemos, Light. –Trago saliva.-¿Qué te ha hecho….hm… interesarte por este caso?

Bueno, esta es fácil. Mantén la calma, Light. Mantente en tu papel.

-eh…-finjo sentirme confundido.-La verdad … La verdad es que pienso que Kira debe pagar lo que ha hecho, es un asesino, tan sólo un criminal con demasiado poder… ¡y no debo permitir que siga aterrorizando el planeta!-digo con decisión.

L me mira, pensativo.

-Así que según tú… un criminal… con demasiado poder…- Analiza mis palabras con cautela, y temo haber cometido algún error fatal…-y, según tú,-se acerca a mí, despacio- …¿qué tipo de poder sería ese?

Mierda, mierda. Tengo que solucionar esto antes de que vaya a más.

L  está muy cerca de mí, nuestros rostros a escasos milímetros, puedo incluso oler su esencia, que me envuelve en su aura de misterio y… y algo más. Sus ojos atraviesan los míos, sus labios en una mueca expectante, y sus manos firmes sobre las mías…¿a…acariciándolas…?

-Eh… pues… no sé… Supongo… que tendrá mucho poder… por cómo ha podido asesinar criminales a través de todo el mundo… -Pienso mis palabras cientos de veces antes de dejarlas salir, no habrá más errores… no puede haberlos.

-Hm… bien. –Parece satisfecho, y se incorpora, volviendo a la oscuridad de la zona de la habitación que no está iluminada por el foco. Esto hace que no lo vea, y mis nervios saltan, incontenibles.

-¿Sabes, Light?-Su voz suena en algún sitio por detrás de mí, e intento girar mi cuello para verlo, en vano.-Es muy extraño… -su voz ronca y grave tiene un efecto confuso en mí…-todos los demás investigadores han hablado, como tú, de la inmensa capacidad de Kira.

Y, de repente, su voz suena en mi oído, con su aliento caliente bajándome el cuello, en un susurro que me estremece:-Pero, sólo tú has usado la palabra “poder” en lugar de la palabra “influencia” sobre otros… -Casi siento su sonrisa de triunfo detrás de mí.

Apenas puedo contener un respingo. ¿Cómo ha podido fijarse en esa palabra? ¿Cómo he podido dejarla escapar yo? Esto se me ha ido de las manos en un par de preguntas…

-Me temo, Light, que sabes demasiado como para ser un simple oficial secundario.- Dice, muy serio, delante de mí. –Y las posibilidades de que seas Kira se disparan con cada palabra que dices… -Piensa en voz alta, acariciándose lentamente el labio inferior, algo que… no sé por qué, despierta mis sentidos.
Se gira, dándome la espalda, y sus hombros encorvados se mueven, delatando una risa silenciosa. Cuando se gira, me está sonriendo, pero, no sé por qué, en su sonrisa hay un tinte de complicidad y satisfacción…

-Por eso, voy a tener que atarte a mí, al menos hasta que tenga una sentencia definitiva sobre ti.

¿A…atarme…?

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